Bibliografía

Buenos Aires 01 de Agosto del 2020

Cesarea de termino programada: la suplemetación materna de oxí­geno modifica los gases sanguí­neos del feto?

 

 

Cesárea de término programada: ¿la suplementación materna con oxígeno modifica los gases sanguíneos del feto

 

                                                       Simon VB, Fong A, Nageotte MP.

                                                        Am J Perinatol. 2018 Jan; 35(1):84-89

 

INTRODUCCIÓN

En caso de trazados cardíacos fetales anormales, habitualmente se suplementa a la madre con oxígeno con el objetivo de mejorar la oxigenación fetal. Se cuenta con alguna evidencia que sugiere que la suplementación con oxígeno durante el parto brinda beneficio al feto en algunas situaciones. Sin embargo, no está establecida la relación entre la suplementación materna con oxígeno y el impacto en el pH de la arteria umbilical (como medida de acidosis metabólica fetal). Dos ensayos aleatorizados que evaluaron la suplementación materna con oxígeno durante el trabajo de parto observaron una tendencia hacia un pH menor a 7,2 en la arteria umbilical en los grupos que recibían la intervención.
El objetivo de éste trabajo fue determinar el efecto de la suplementación materna con oxígeno sobre los gases sanguíneos umbilicales del feto, al ser comparado con el aire ambiente en una cesárea programada a término.


DISEÑO

Estudio aleatorizado y controlado.


CONTEXTO

El estudio se llevó adelante en un hospital materno infantil en California, Estados Unidos, con reclutamiento entre junio y octubre del año 2015.


PACIENTES

Se incluyeron pacientes a partir de los18 años, que tuvieran programada una cesárea para un embarazo de feto único a partir de la semana 37,0.
Fueron criterios de exclusión la enfermedad crónica materna como (hipertensión y patología pulmonar), preeclampsia, retraso del crecimiento intrauterino, sospecha de malformaciones fetales, embarazos múltiples y presentación pelviana.


INTERVENCIÓN

Las pacientes eran aleatorizadas en bloques de 10 a recibir oxígeno suplementario con un flujo de 10 L/min a través de una máscara facial simple (grupo Intervención) o aire ambiente (grupo Control).
El lapso mínimo entre el inicio de la suplementación con oxígeno y la incisión quirúrgica era de 10 minutos.
Al momento del nacimiento, se recolectaban gases del cordón umbilical, que eran procesados dentro de los 30 minutos.


MEDIDAS DE EVOLUCIÓN

Las principales medidas de evolución fueron los valores de gases sanguíneos arteriales y venosos en los vasos umbilicales fetales.
La medida de evolución secundaria fue un compuesto de la evolución clínica materna y neonatal.


PRINCIPALES RESULTADOS

-Los investigadores enrolaron un total de 70 pacientes, analizando los datos de 65. Las características demográficas de ambos grupos se encontraban bien balanceadas. 
-No hubo diferencias en el tiempo entre el inicio de la anestesia y el nacimiento ni entre el comienzo de la incisión y el nacimiento, entre los grupos. 
-Ninguna paciente presentó hipotensión que requiriera intervención médica, ni hipoxia por oximetría de pulso.
-No encontraron diferencias entre el pH de la arteria umbilical (7,29; rango inter-cuartilo [RIC] 7,26-7,30 para el grupo Intervención y 7,28; RIC 7,25-7,30 para el grupo Control).
-La intervención aumentó de manera significativa la presión parcial de oxígeno (pO2) de la arteria umbilical (18 mm Hg; RIC 13,5-20,5 contra 16 mmHg; RIC 12-18 para el grupo Control; p=0,04).
-La pO2 de la vena umbilical fue significativamente mayor en el grupo con Intervención (32 mmHg; RIC 26,5-36,0 contra 28,5 mmHg; RIC 22-34,3; p=0,04).
-No encontraron diferencias entre ambos para la medida compuesta de complicaciones maternas y fetales.


CONCLUSIÓN

Los autores concluyen que mujeres con embarazo de feto único que recibieron oxígeno a un flujo de 10 L/min durante una cesárea programada no mostraron cambios significativos en los valores de pH del cordón umbilical, al compararse con aquellas que respiraban aire ambiente. Hubo un aumento significativo del contenido arterial y venoso de oxígeno en los vasos umbilicales en aquellas que recibieron la intervención.


COMENTARIOS

Los autores comentan que su estudio es vulnerable a un error tipo II. Encontraron una diferencia en el pH arterial de 0,01 entre cada grupo, cuando esperaban encontrar una diferencia de 0,05 entre los grupos. Si esa diferencia fuera real, necesitarían una muestra mayor, así como si su estudio fuera realmente un estudio de no-inferioridad.
Las pacientes y los médicos tratantes no pudieron ser cegados al tratamiento. Al considerar el uso de máscaras faciales para el aire ambiente, sin flujo de oxígeno suplementario, concluyeron que podía producir hiperventilación inducida por ansiedad (lo cual podría eventualmente afectar los gases umbilicales), además de que no reflejaría la práctica habitual. Los autores también entendían que el conocimiento del tratamiento por el médico tratante no podía afectar los valores de los gases umbilicales, ya que el tiempo a la incisión y al nacimiento, así como el procesamiento de los gases fue similar en ambos grupos.
Resaltan que la suplementación con oxígeno en el momento del nacimiento por cesárea no puede ser extrapolada a la mujer cursando un trabajo de parto. El control de los potenciales confundidores dentro de un trabajo de parto podrían ser muy difíciles sino imposibles.