Miscelaneas
Buenos Aires 01 de Marzo del 2025
Que Ocurre en el Cerebro Cuando Se Dice Una Mentira
Que Ocurre en el Cerebro Cuando Se Dice Una Mentira
Dr Tali Sharot - Dr. Neil Garrett
(Department of Experimental Psychology University College London)
Neuroscience, October 2017
Decir pequeñas mentiras desensibiliza nuestro cerebro a las emociones negativas asociadas y puede animarnos a decir mentiras más grandes en el futuro. Con el tiempo, a la gente le resulta más fácil mentir. Es cuestión de práctica, pero las investigaciones recientes sobre cómo cambia realmente la biología del cerebro son algo que no se había demostrado antes.
Una vez que una persona se acostumbra a decir mentiras que son "interesadas" o que pueden llevar a algún tipo de ganancia o ventaja, se producen cambios detectables en el cerebro y estos cambios pueden predecir la probabilidad de que el comportamiento engañoso continúe.
Los escáneres cerebrales mostraron que cuando los participantes dijeron su primera mentira, la amígdala, que es la región del cerebro asociada con la emoción, mostró mayor actividad.
El estudio incluyó a 80 voluntarios que participaron en una tarea de estimación en equipo que implicaba adivinar la cantidad de centavos en un frasco y enviar sus estimaciones a compañeros invisibles mediante una computadora. Esto se llevó a cabo en varios escenarios diferentes. En el escenario de referencia, se les dijo a los participantes que apuntar a la estimación más precisa los beneficiaría a ellos y a su pareja. En otros escenarios, sobreestimar o subestimar la cantidad podría beneficiarlos a ellos a expensas de su pareja, beneficiarlos a ambos, beneficiar a su pareja a expensas suyas o beneficiar solo a uno de ellos sin efecto en el otro.
Cuando sobreestimar la cantidad beneficiaría al voluntario a expensas de su pareja, las personas comenzaron exagerando ligeramente sus estimaciones, lo que provocó fuertes respuestas de la amígdala. Sus exageraciones aumentaron a medida que avanzaba el experimento, mientras que sus respuestas de la amígdala disminuyeron.
A medida que los voluntarios continuaban con la tarea y las mentiras crecían en importancia y complejidad, la actividad que se mostró primero en la amígdala disminuyó. La parte más sorprendente de la investigación fue que, a medida que las mentiras aumentaban y la actividad en la amígdala disminuía, el equipo pudo usar los datos para predecir con precisión qué participantes continuarían mintiendo en tareas futuras.
Cuando mentimos para obtener un beneficio personal, nuestra amígdala produce un sentimiento negativo que limita el grado en que estamos dispuestos a mentir. Sin embargo, esta respuesta se desvanece a medida que continuamos mintiendo, y cuanto más cae, más grandes se vuelven nuestras mentiras. Esto puede llevar a una "pendiente resbaladiza" donde pequeños actos de deshonestidad se intensifican hasta convertirse en mentiras más significativas.
La posible conexión con la insensibilización a la violencia al explicar, es probable que la respuesta embotada del cerebro a los actos repetidos de deshonestidad refleje una respuesta emocional reducida a estos actos. Esto está en línea con las sugerencias de que nuestra amígdala señala aversión a los actos que consideramos incorrectos o inmorales. estándares digitales pdf Solo probamos la deshonestidad en este experimento, pero el mismo principio también puede aplicarse a las escaladas en otras acciones, como la toma de riesgos o el comportamiento violento.
Este es un primer vistazo muy interesante a la respuesta del cerebro a los actos repetidos y crecientes de deshonestidad. Se necesitaría trabajo futuro para determinar con mayor precisión si estos actos de deshonestidad están realmente vinculados a una respuesta emocional embotada, y si las escaladas en otros tipos de comportamiento tendrían el mismo efecto.