Miscelaneas
Buenos Aires 01 de Julio del 2025
Fiebre Tifoidea
Fiebre tifoidea
Lizbeth Cahuayme-Zuniga, MD; Preeti N. Malani,MD, MSJ
Division of Infectious Disease, Department of Internal Medicine, Michigan Medicine, Ann Arbor
JAMA. Published online May 8, 2025. doi:10.1001/jama.2025.4147
La fiebre tifoidea es una enfermedad causada por la bacteria Salmonella Typhi.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 350 personas son diagnosticadas con fiebre tifoidea cada año en EE. UU., casi todas ellas provenientes de viajes internacionales.¹ Sin embargo, los CDC estiman que se producen aproximadamente 5700 casos de fiebre tifoidea en EE. UU. cada año; muchas personas con fiebre tifoidea no buscan atención médica, no se realizan pruebas de detección de la enfermedad o no se reportan los casos a las autoridades de salud pública.
La portación de la fiebre tifoidea ocurre cuando los pacientes tratados por fiebre tifoidea continúan excretando la bacteria en las heces durante 12 meses o más.
Los portadores de la fiebre tifoidea (aproximadamente entre el 1 % y el 4 % de los pacientes con fiebre tifoidea) generalmente no presentan síntomas, aunque algunos pueden experimentar fatiga y síntomas gastrointestinales leves. Los portadores de la fiebre tifoidea pueden transmitir la bacteria a otras personas si sus heces u orina contaminan alimentos, agua o superficies que luego son tocadas por otras personas.
Los portadores de la fiebre tifoidea deben ser monitoreados por las autoridades de salud pública y podrían necesitar tomar antibióticos o seguir otras medidas para prevenir la propagación de la infección.
Vacunación contra la fiebre tifoidea
Se recomienda la vacunación contra la fiebre tifoidea antes de viajar a zonas del mundo donde la fiebre tifoidea es prevalente, incluyendo partes de Asia, Latinoamérica y el Caribe. Las vacunas contra la fiebre tifoidea suelen estar disponibles en clínicas de medicina del viajero, consultorios médicos, farmacias y departamentos de salud locales.
Existen dos vacunas para prevenir la fiebre tifoidea: una vacuna inactivada (muerta) y una vacuna viva atenuada (debilitada).
La vacuna inactivada contra la fiebre tifoidea, que proporciona protección durante aproximadamente dos años, se administra mediante inyección a personas de dos años o más. Se debe administrar una dosis única al menos dos semanas antes del viaje. Esta vacuna debe administrarse nuevamente después de dos años a las personas que viajen a zonas endémicas.
La vacuna viva contra la fiebre tifoidea, que debe conservarse en el refrigerador, se administra por vía oral a personas de 6 años o más que puedan tragar pastillas. Se toman un total de 4 cápsulas de la vacuna, una cada dos días, y la última dosis se administra al menos una semana antes del viaje. Cada cápsula debe tragarse entera aproximadamente una hora antes de las comidas con agua fría o tibia para permitir su correcta absorción. Esta vacuna debe administrarse cada 5 años a quienes viajen a zonas endémicas.
Otras maneras de reducir el riesgo de contraer fiebre tifoidea
Los viajeros deben lavarse las manos con agua y jabón antes de comer o preparar alimentos. Si no hay agua y jabón disponibles, se puede usar un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol.
Los viajeros deben beber agua embotellada o agua hervida durante al menos un minuto, consumir alimentos bien cocidos y evitar las verduras crudas, las frutas sin pelar, los alimentos y bebidas de vendedores ambulantes y los productos lácteos no pasteurizados.