Miscelaneas

Buenos Aires 01 de Noviembre del 2023

Cómo Comienza el Riesgo de Enfermedad en el Desarrollo  

 

 

Cómo Comienza el Riesgo de Enfermedad en el Desarrollo

 

                        Dr. Qinqin Huang (Researcher at the Wellcome Sanger Institute in Cambridge).
                        Dr. Michael Inouye (Chair of Cardiovascular Prediction and Prevention at the Baker Institute and Principal Researcher at Cambridge University)

                                                                               Nature Communications –  2020

                                                                                 Resumido por: Carmen Leitch

 

Se cree que muchas enfermedades complejas comunes son causadas por una interacción de factores genéticos y ambientales.
Los investigadores han estado tratando de aprender más sobre los pequeños cambios genéticos que las personas portan y que las predisponen a ciertas enfermedades. Saber quién tiene mayor riesgo podría ayudarlos a modificar su entorno o comportamiento para reducir la probabilidad de desarrollar un trastorno complejo, ya sea una enfermedad cardíaca o artritis reumatoide. Sin embargo, muchos estudios que han analizado las variantes genéticas que predisponen a las personas a enfermedades se han centrado en el material genético obtenido de adultos. Una nueva investigación ha examinado estas variaciones en los recién nacidos. La investigación identificó varios lugares en los genomas humanos que pueden estar afectando el riesgo de una persona de padecer enfermedades inmunes e inflamatorias crónicas, que pueden tener sus raíces en la primera infancia.

Este trabajo utilizó ADN y células inmunitarias extraídas de 100 muestras de sangre del cordón umbilical de australianos recién nacidos inscritos en el Estudio de asma infantil, con el objetivo de aprender más sobre la variación genética en lugares que codifican partes del sistema inmunológico.
Los investigadores expusieron las células inmunitarias a ciertos estímulos y luego examinaron la variación genética en las células que podría haber provocado diferencias en sus respuestas, buscando superposiciones entre estas señales genéticas y aquellas que se sabe que están asociadas con enfermedades en las que conocemos el sistema inmunológico. El sistema juega un papel. Luego, utilizaron análisis estadístico para buscar posibles vínculos entre la respuesta celular en los recién nacidos y las enfermedades inmunes en la edad adulta.
Se identificaron miles de variantes genéticas, con diversos efectos. El estudio mostró el papel potencial de la expresión genética en el desarrollo de enfermedades, lo que nos ha ayudado a comprender mejor el vínculo entre la variación del ADN y el riesgo de enfermedad.
Hasta la fecha, sólo se han realizado estudios similares en células inmunes adultas. Dada la enorme diferencia entre la inmunidad neonatal y la adulta, no sorprende ver muchas señales que eran exclusivas de los recién nacidos.

La enfermedad se debe en parte a cambios, tanto grandes como pequeños, en nuestro genoma: el ADN con el que nacemos y que es una fuerza impulsora importante en todas nuestras células. Eso significa que la genómica se puede utilizar para estimar el riesgo de enfermedad desde una edad muy temprana.
Las enfermedades comunes, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, tienden a ser poligénicas, influenciadas por una gran cantidad de variantes genéticas diseminadas por todo el genoma, que se combinan con factores ambientales y de estilo de vida. Mediante el uso de nueva tecnología genómica y capacidades de supercomputación, podemos examinar estos datos de ADN y resolver los rompecabezas que subyacen a cada enfermedad.
Con tantas enfermedades que comparten una raíz en el sistema inmunológico y la inflamación, podemos aprovechar esta información para comprender mejor dónde cada enfermedad tiene un punto débil molecular y en qué medida se comparten entre las diferentes enfermedades. Esto se puede analizar utilizando la genética y el riesgo poligénico, lo que con suerte conducirá a intervenciones preventivas específicas para quienes más las necesitan, con el objetivo de que las personas vivan más saludables por más tiempo.