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Buenos Aires 01 de Agosto del 2025
Malnutrición en Adultos Grandes
La prevención de la desnutrición cobra cada vez mayor importancia a medida que las personas envejecen, ya que esta afección se desarrolla con gran rapidez y es más difícil de tratar en adultos mayores que en adultos jóvenes.
Una intervención temprana y rápida es clave para abordar con éxito los problemas nutricionales emergentes. Por lo tanto, los adultos mayores deben someterse a pruebas de detección precoz de desnutrición de forma regular para que las personas en riesgo puedan ser identificadas de forma temprana.
Los cambios relacionados con la edad en el complejo sistema de regulación del apetito son responsables de la anorexia del envejecimiento, que se reconoce cada vez más como una de las principales causas de la reducción de la ingesta de alimentos en los adultos mayores.
Los problemas de masticación, no solo los causados por prótesis dentales inadecuadas, sino también por infecciones o inflamaciones bucales o xerostomía, dificultan la ingesta de alimentos, al igual que los trastornos de la deglución (disfagia), que son causados principalmente por enfermedades neurológicas, situación frecuente especialmente accidentes cerebrovasculares, demencia y enfermedad de Parkinson. El deterioro cognitivo y la demencia suelen afectar la nutrición en algún momento.
La depresión es una causa de anorexia en personas de cualquier edad y se considera un factor importante que contribuye a la anorexia y la desnutrición en la vejez.
Las comidas son eventos sociales importantes para los adultos mayores, la soledad, comer solo y el aislamiento social pueden disminuir el apetito y reducir la ingesta de alimentos.
El enfoque para diagnosticar la desnutrición en adultos mayores es el mismo que el utilizado en adultos más jóvenes: el marco de la Iniciativa de Liderazgo Global sobre Desnutrición.
Este enfoque se basa en la evaluación de cinco criterios:
* Tres fenotípicos (pérdida de peso, bajo IMC y baja masa muscular)
* Dos etiológicos (baja ingesta [o mala digestión o malabsorción] e inflamación), de los cuales debe estar presente al menos un criterio de cada grupo.
La única diferencia al realizar el diagnóstico en los dos grupos de edad es que se utiliza un valor de corte de IMC más alto en personas mayores de 70 años: un IMC menor de 22 en un adulto mayor indica desnutrición, y un IMC menor de 20 indica desnutrición grave. Existen estrategias eficaces para prevenir la desnutrición en personas en riesgo y para tratarla cuando está presente. El estado actual del conocimiento se resume en la guía basada en la evidencia de la Sociedad Europea de Nutrición Parenteral y Enteral sobre nutrición clínica e hidratación en pacientes geriátricos.
J. New England Medicine - Residentes - Mayo de 2025